29.4.09

HE RECITADO PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS DE CATRAL Y DE ALLÍ A LA SOMBRA DE LA HIGUERA DE MIGUEL HERNÁNDEZ EN ORIHUELA.-



La Biblioteca Valenciana, lleva hasta las bibliotecas de muchos pueblos de nuestra geografía, una campaña de animación lectora, yo soy una de las voces que acerca la poesía hasta nuestros niños y niñas, en concreto de tercer ciclo de primaria. Esta mañana he estado recitando para los escolares de Catral, un bonito pueblo de la Vega Baja, muy cerquita de Orihuela. Después de comprobar que los jóvenes paisanos de Miguel Hernández, disfrutan con la poesía y incluso que alguno de ellos, una niña en concreto, ha resuelto adivinanzas del programa que les llevo, que nunca antes alumno alguno había resuelto; he salido hacia Orihuela.

Ya había estado en la casa museo de Miguel Hernández, hace años, el acceso a ella es desmoralizador, al menos por donde yo he llegado, lleno de pobreza, deterioro y descuido; cualquier persona merece vivir en condiciones mejores que las que yo he visto esta mañana en la calle donde se ubica la casa museo; también la memoria del poeta más auténtico que hemos tenido merece mucha más preocupación por parte de sus paisanos. Después de impregnarme de los espacios del poeta, he salido al patio y he cerrado los ojos junto a la higuera que tanta compañía creadora le ofreció a Miguel, he mirado la sierra pelada por la que caminaba con sus cabras y los versos del poema LAS ABARCAS DESIERTAS, sin saber bien porqué, sonaba insistentemente en mi interior. He salido de la casa del poeta y en el edificio contiguo se encuentra la Fundación Miguel Hernández, he pasado a saludar a Aitor, uno de los más importantes estudiosos del poeta, con quien he hablado de los actos a celebrar con motivo del centenario del poeta. MAÑANA EN PATERNA, LUCHO Y YO, HABLAREMOS CON SU VOZ Y CON LA DE NERUDA, HOY HE DISFRUTADO DE SU SILENCIO , EN SU PUEBLO, EN SU CASA.



LAS ABARCAS DESIERTAS
de Miguel Hernández


Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

3 comentarios:

miriam-catral dijo...

hola soy una niña rubia de alli de catral que so la que te ha dicho la adivinanza de el ataud y yo he dicho el cementerio.me voy a meter siempre a este foro.hoy a sido muy divertido escuchar poemas adivinanzas y trabalenguas.me gustaria que vinieras otro dia para contrnos mas cosas divertidas:
firmado: miriam

miriam-catral dijo...

a sido muy muy divertido

vicent camps dijo...

Yo también lo he pasado muy bien con vosotros Miriam; y una vez has dicho tú el resultado del cementerio en la adivinanza, ya ha sido fácil descubrir la respuesta. !enhorabuena!.

De ahora en adelante , todas las semanas os escribiré un poema para vosotros. Ahora os voy a hacer una entrada con un poema de Carmen Gil, que os ha gustado mucho.

Un beso para tí y tus compañeros.