29.3.09

CLUB LECTURA POÉTICA.- SONIA SAN ROMÁN



CONTINUAMOS HACIENDO PARTÍCIPES, A QUIENES QUIERAN DISFRUTAR DEL CLUB DE LECTURA POÉTICA EN LA DISTANCIA, CADA DÍA IREMOS GRABANDO UN POEMA DE LOS LIBROS "L'ILLA AMB LLUNES" Y "PLANETA DE POLIURETANO" DE MARC GRANELL Y SONIA SAN ROMÁN, RESPECTIVAMENTE, SI ME HACÉIS ALGÚN COMENTARIO, GARANTIZO RESPUESTA, PARA QUE EL CLUB SEA INTERACTIVO



PLAZO DE DEVOLUCIÓN de Sonia San Román

Vivo sola, hago café,
ya no fumo, tengo coche,
no trasnocho, plancho, friego,
hago la compra a diario.

Mis amigos ya no rompen,
simplemente se divorcian,
tienen hijos, hipotecas
y dos catarros cada otoño.

Y cuantos más años cumplo
y más cosas tengo
y más vida vivo,
más me doy cuenta
de que sigo siendo una niña
que imagina que cocina,
que hace la casa, que viaja,
que tiene hijos de plástico,
que no comen ni mean,
y que la vida es distinta
a como nos la vendieron
hace casi treinta años
unos charlatanes.

Cuando fui ayer a la tienda
a descambiarla
había caducado
la garantía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida nos empuja, el tiempo pasa y sin darnos cuenta nos colocamos en el papel que "nos toca"... pensar, decidir, hacer las cosas de mayores...
Más por dentro la madurez no siempre corresponde con lo que se debería ser...
No me encuentro siempre tan madura, ni me apetece hacer lo que toca por edad... solo me apetece respetar lo que siento, respetarme.

Anónimo dijo...

Cosas de mayores, hace tanto tiempo que las llevo haciendo...que a veces pienso que las que deje de hacer como joven, en algún momento , esas me las deben; pero claro como en el poema, igual la garantía, de aquellas cosas que dejé de hacer en un momento determinado, ya caducó, y no me devuelven la oportunidad de realizarlas. Lo que está claro, es que muchas veces tampoco me apetece hacer lo que me toca por edad. Estupendo poema, refleja perfectamente lo que sentimos muchas personas.

vicent camps dijo...

Pues yo, como Sonia, cuanta más vida vivo, más cuenta me doy que la vida no era como nos la vendieron y nos la continuan vendiendo los charlatanes. Y intento, pese a tener que hacer cosas de mayores, seguir siendo el niño del poema y el joven que la persona que ha escrito con anterioridad, no fue en su momento. Y no iré a cambiar nada a la tienda, pues como decía Ovidi Montllor, en una de sus canciones, todo comienza en uno mismo, también la voluntad de cambiar cosas en nuestras vidas.